Servicios – Psicología Infantil

¿Cómo trabajamos en un centro de psicología infantil​?

En Parada Psicología (centro de psicología), el trabajo con niños implica diferentes enfoques y técnicas especializadas que se adaptan a las necesidades individuales de cada pequeño. A continuación, describimos los pasos principales que seguimos en un proceso de psicoterapia infantil:

1. Evaluación inicial: Este es el primer paso fundamental. Se realiza una entrevista con los padres y el niño para entender su entorno familiar, escolar y social, así como el motivo de consulta. La evaluación puede incluir pruebas psicológicas que ayuden a identificar cualquier dificultad específica.
2. Establecimiento de objetivos: Junto con los padres, se fijan metas claras y alcanzables. Puede ser aprender a controlar la ansiedad, mejorar la conducta en el colegio o reforzar la autoestima.
3. Terapia individual o grupal: Dependiendo del caso, la psicoterapia infantil puede realizarse de forma individual, con el niño y el psicólogo, o en grupo, donde los pequeños interactúan entre sí y practican habilidades sociales. Las sesiones suelen ser dinámicas y se emplean técnicas como el juego o los dibujos, herramientas clave para que los niños expresen sus emociones.

Recomendaciones para los padres

El papel de los padres es fundamental en el éxito de cualquier intervención en psicología infantil. Aquí algunas recomendaciones básicas que pueden ayudar a mejorar el bienestar emocional de sus hijos:

• Escucha activa: Es fundamental que los padres mantengan una comunicación abierta y sincera con sus hijos. Esto significa dedicar tiempo para escucharles sin distracciones, sin juzgar ni interrumpir. Los niños deben sentir que sus preocupaciones, por pequeñas que parezcan, son importantes. Esta escucha activa fomenta un vínculo de confianza y seguridad, lo que facilita que los pequeños se sientan cómodos compartiendo sus emociones. Además, cuando los niños se sienten escuchados, su autoestima mejora y se sienten validados, algo crucial para su bienestar emocional.
• Fomentar rutinas saludables: Los niños necesitan estructuras claras en su vida diaria para sentirse seguros. Establecer rutinas para el sueño, la alimentación, el juego y los estudios les proporciona un entorno predecible y estable, que es esencial para su desarrollo emocional. La consistencia en los horarios, especialmente en las horas de sueño, es clave para evitar problemas como el insomnio o la irritabilidad. Las rutinas también facilitan el autocontrol y la responsabilidad, ayudando a los niños a gestionar su tiempo y emociones de una manera más eficiente.
• Apoyar su independencia: A medida que los niños crecen, es natural que deseen mayor autonomía. Los padres deben fomentar esta independencia de manera gradual, permitiendo que los pequeños asuman pequeñas responsabilidades acordes a su edad, como vestirse solos, organizar sus juguetes o resolver conflictos menores. Al apoyar su independencia, les estamos dando confianza en sus propias capacidades. Es importante estar allí como guía, pero dejar que ellos intenten resolver situaciones por sí mismos. Esto no solo les ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas, sino que también fortalece su autoconfianza y sentido de logro.
• Consultar a un profesional a tiempo: En ocasiones, los problemas emocionales o de comportamiento de los niños pueden ser más complejos de lo que parece. Si los padres observan que su hijo presenta cambios importantes en su conducta, dificultades para relacionarse, miedos persistentes o problemas en la escuela, es importante no esperar y buscar ayuda en un centro de psicología. La psicoterapia infantil es una herramienta poderosa para prevenir que estos problemas se agraven y para dotar al niño de herramientas que le permitan superar sus dificultades. Cuanto antes se intervenga, mayor será el impacto positivo en el desarrollo del niño.
• Límites: Establecer límites saludables es esencial para el desarrollo emocional de los niños. Los límites brindan una sensación de seguridad, ya que les muestran qué conductas son aceptables y cuáles no, permitiéndoles entender las consecuencias de sus acciones. Un buen límite debe ser claro, coherente y adecuado a la edad del niño. Es importante que los padres comuniquen estos límites de manera afectuosa pero firme, evitando la sobreprotección o la permisividad excesiva, ya que ambos extremos pueden generar inseguridad en el niño. Los límites ayudan a los pequeños a desarrollar la autodisciplina, a respetar normas y a relacionarse de forma respetuosa con los demás. Además, aprenden a tolerar la frustración y a adaptarse a situaciones que no siempre son de su agrado, lo cual es crucial para su crecimiento emocional y social.

La psicología infantil juega un papel crucial en el desarrollo emocional y mental de los niños. A través de la psicoterapia infantil, los pequeños pueden aprender a gestionar sus emociones, superar dificultades y mejorar sus relaciones tanto en casa como en la escuela. Ya sea en un centro de psicología, los profesionales están preparados para ofrecer las herramientas necesarias que permitirán a los niños crecer en un entorno emocionalmente saludable. Es fundamental que los padres estén atentos a las señales de malestar y busquen apoyo temprano, pues esto puede marcar una gran diferencia en el futuro de sus hijos.